Los líderes de TI tienen hoy en sus manos la enorme responsabilidad de implementar una estrategia de colaboración que permita la continuidad del negocio, en un entorno donde un alto porcentaje de los colaboradores han salido del perímetro.
Para aprovechar las oportunidades que esto genera, deben adoptar una arquitectura holística que combine los objetivos de TI con los del negocio y que tome en consideración:
Frameworks arquitectónicos que permitan escalabilidad.
Tácticas basadas en objetivos de negocio, no solo tecnológicos.
Cultura organizacional que pueda afectar el despliegue.
Cumplimiento normativo.
Analizar una solución de colaboración dentro de un marco de capacidades de la arquitectura es crítico para maximizar la estrategia y el éxito del proyecto. No solo se trata de pros y contras de una solución determinada, sino de su capacidad para lograr los objetivos estratégicos a través de capacidades de escalabilidad, integración y flexibilidad. Para lograr desarrollar arquitecturas exitosas, el primer paso será enfocarse en una colaboración de extremo a extremo que incorpore alta disponibilidad para aplicaciones críticas y una experiencia de usuario constante e intuitiva y que pueda extenderse a todos los miembros de la organización e incluso a stakeholders de la misma. Si usted está pensando en adoptar una nueva herramienta de colaboración o bien ampliar su ecosistema existente, es importante que se haga las siguientes preguntas:
¿Qué tipo de colaboración necesita mi empresa (centrada en el usuario, en los procesos o en la red)?
¿Tienen las herramientas de colaboración capacidades para escalar, a medida que la empresa crece?
¿Cuáles son las posibilidades de integración e interoperabilidad de la herramienta?
¿Qué tipo de arquitectura tiene la solución?
Una vez que tiene las respuestas, puede empezar a alinear todos los elementos: aplicaciones, servicios y dispositivos, en una arquitectura holística que facilitará la administración y el crecimiento en el corto plazo.
Para lograr entender mejor los requerimientos del negocio, es importante crear sesiones de trabajo con los distintos departamentos, identificar áreas de relevancia y perspectivas de distintos roles dentro de la organización.
El siguiente paso será realizar un inventario de tecnologías y procesos, así como de las capacidades internas de su equipo.
Con estos dos elementos, es posible desarrollar una arquitectura de colaboración que identifique el impacto del proyecto.
Es probable que al realizar esto empiece a analizar elementos puntuales de la herramienta como la interoperabilidad, endpoints, fiabilidad, seguridad y estandarización de la experiencia de usuario.
Planificar la arquitectura con anticipación evitará caer en los errores típicos en los que se incurre en este tipo de proyectos como altos costos, poca interoperabilidad, lentitud en la adopción y la duplicación de herramientas y procesos.
Como asesores de cientos de empresas en muchas verticales, en Vinet hemos sido testigos de como una arquitectura de este tipo puede catapultar los proyectos de colaboración, ya sea on-premise como en la nube.
A través de nuestras implementaciones de la suite de Webex, hemos sido capaces de llevar simplicidad, escalabilidad y flexibilidad a muchos ambientes de trabajo, de manera que las organizaciones pueden desplegar herramientas que facilitan adopciones rápidas, menos tiempo del equipo de TI en solución de problemas y la implementación de servicios de voz y video, mensajería y reuniones en alta definición.
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